miércoles, 10 de febrero de 2010
IGLESIA DE SAN AGUSTÍN
Inspirándose en la bóveda del coro de la Catedral, transformaron la bóveda de la nave central en una de medio cañón con intercesiones de pequeños cañones transversales formando lunetos. Las bóvedas de las naves de la Epístola y del Evangelio, desaparecen y levantan un muro, continuación de los lunetos, con una cornisa y el espacio que cubrían las bóvedas lo destinan a celdas para los religiosos, quedando la iglesia en su planta, de tres naves, subsistiendo solo la bóveda de la nave central.
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